CRITERIO
DESARROLLO Y GENERO: Políticas Publicas para
la competitividad y la sociedad del conocimiento
INTRODUCCIÓN.- El
desarrollo entre hombre y mujer, hoy en día no solo se miden en función a la
brecha existente entre ambos sexos, sino también por las oportunidades que el Estado
y la sociedad ofrecen a sus habitantes en función de las oportunidades de
empleo, muchos textos nos hablan del talento Humano como algo muy importante
del ser que constituirá en el avance y
desarrollo de un País, algunos indicadores económicos formulados en algunas
publicaciones observan que la educación la salud y las oportunidades del empleo
así como la participación de las mujeres en la vida pública, permite cerrar esa brecha que existe, en
muchas ocasiones existen políticas tanto en salud como educación para el desarrollo
de hombres y mujeres sin embargo existen
también políticas públicas no llegan a incidir en la mejoría del bienestar
social, la brecha de género es muy profunda a pesar de los grandes esfuerzos de
los gobierno por logar un mayor desarrollo con equidad. Los países de América Latina
y el resto de los países subdesarrollados han manifestado esta inquietud desde
los años setenta, se establece que una brecha importante es que dificulta cerrar
las brechas existentes a la equidad de género es la situación de pobreza
existente.
La discriminación por razón de género es, a la vez, la más
extendida y la menos evidente de todas cuantas existen en la sociedad. De ahí
que sea tan difícil obtener transformaciones radicales cuando el compromiso no
es tan profundo. Ocurre en Bolivia tanto como en la mayor parte de los países
del mundo, y a menudo es estimulada por las propias mujeres.
Cambiar esta realidad desde la esfera del
Estado requiere, entre otras cosas, de voluntad política, un marco normativo
suficiente, instituciones para gestionar la tarea y presupuesto suficiente para
hacerlas funcionar. Hasta donde se sabe, la primera de ellas existe, y la presencia
femenina en espacios de toma de decisiones del Gobierno nacional es prueba de
ello.
Un marco normativo suficiente está en pleno
proceso de construcción, y además de medidas de redistribución como el bono
Juana Azurduy, hay otras de carácter proyectivo, como la Ley Integral para
Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia (Ley 348). Lo que falta,
sin duda, son las instituciones, establecidas en las normas citadas y en otras
similares, y el presupuesto económico para
que cumplan su objetivo.
DESARROLLO.- Para realizar un buen abordaje de equidad de
género e igualdad en los proyectos de Desarrollo y las debidas oportunidades
que brinda el estado se debe tomar en cuenta aspectos importantes los cuales se
desarrollan a continuación:
1. El reto en llegar a la igualdad
de género es grande, pero no más grande que la voluntad manifestada hasta ahora
por todas las autoridades y gente en común. Toca que todos los niveles
gubernamentales reconozcan que esta tarea los convoca tanto como al resto de la
sociedad, y que en la planificación participativa se considere la dotación de
presupuesto para hacer realidad las políticas públicas contra la discriminación
de género.
2.
la brecha salarial en
razón de género en Bolivia no es reciente y persiste en pleno siglo XXI, donde
continúan las resistencias para que las mujeres obtengan un salario igual por
un trabajo del mismo valor. Se sigue mirando a las mujeres como si su trabajo
fuese exclusivamente el ámbito privado sin remuneración.
3.
El Art. 48 de la CPE,
numeral V, señala que hombres y mujeres deben percibir un salario igual por un
trabajo del mismo valor, tanto en el ámbito público como en el privado. Este
puede ser el comienzo de una nueva etapa, sin embargo, el desafío y lo que
queda por hacer es todavía inmenso si lo que se quiere es lograr la plena
implementación de lo dispuesto por la Constitución.
4.
Varios estudios
confirman que las mujeres ganan menos que los hombres, incluso teniendo mejores
oportunidades para acceder a los mismos cargos. La profesionalidad, capacidad y
otras aptitudes lamentablemente en muchos casos no son preponderantes a la hora
de obtener un trabajo y de lograrlo lamentablemente las condiciones no son las
mismas. Esta es una de las conquistas que aún apoyadas con leyes, las mujeres lo
tienen postergadas, indicándonos que aún nos encontramos con el enorme reto de
terminar con las desigualdades basadas en género en los mercados laborales.
5. Hoy en día las cosas son muy diferentes y a pesar que
las mujeres acceden a los mismos niveles de educación que los hombres, los
problemas que enfrentan son también diferentes; ahora sufren de discriminación según
la edad y ésta se relaciona estrechamente con la experiencia laboral, que en
las mujeres se ve limitada por aspectos intrínsecos como la maternidad, es decir
que “las mujeres no sólo envejecen, sino también tienen hijos” por tanto tienen
siempre mayores probabilidades de verse obligadas a abandonar sus trabajos,
perder experiencia, tiempo y vigencia en los mercados laborales.
CONCLUSIÓN.- Se concluye que aún existe y persiste el
problema de desigualdad de género, por tanto la políticas púbicas tanto en
salud como en educación creara competitividad en la sociedad tanto entre
varones como mujeres ayudaran a disminuir las brechas existentes en este ámbito y aportaran al Desarrollo del un País.
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